Identificar el tipo de arandela y su posible uso nos permite tomar la decisión correcta para evitar problemas como un desgaste rápido o daños en los componentes en el futuro. A continuación, le presentamos los distintos tipos de arandelas que ofrecemos:

Arandela plana: Por su función de tornillo complementaria, suelen ser las más necesarias. Pueden tomar diferentes formas dependiendo del rol que desempeñen. Cuadradas, redondas,…

Arandela dentada: Su finalidad es reducir la fricción habitual, evitando así que se aflojen las uniones de madera con madera o metales como el aluminio.

Arandela de goma: Se utiliza para evitar la conexión de los pernos y el aflojamiento del material. Se utilizan con acero-acero, madera-madera o acero-madera.

Arandela platillo o belleville: Es una arandela cónica cuya finalidad es evitar una posible pérdida de fuerza de apriete previo entre tornillos y tuercas. De esta forma, se consigue que una de las dos partes quede fija y muy resistente para resistir las vibraciones habituales de determinadas máquinas.

Arandela de estanqueidad o EPDM: Se mezclan entre sí porque están compuestas de acero y caucho. Se utilizan para evitar fugas de agua. También se utilizan para juntas de radiadores de agua. Este tipo de uso se debe a su fuerte resistencia a las altas temperaturas del agua.

Arandela de grower: Están separadas, un extremo es más alto que el otro. Su función más importante es aplicar una presión extra para lograr una firmeza extrema y evitar con mayor seguridad que la articulación se afloje debido a su sistema de resorte.

Las arandelas pueden estar hechas de muchos materiales: acero al carbono, acero inoxidable, cobre, latón, titanio, aluminio, caucho, plástico, nailon, teflón y zinc.